Osorno 03 de Abril de 2020
¿Realmente regresaremos conscientes de que la soberbia y el dinero, la clase social o el poder, la violencia o la indiferencia entre nosotros no tienen ninguna importancia para el universo? Si tenemos la suerte y podemos a volver a las aulas para reencontrarnos, queridos alumnos y alumnas, esperemos que nunca nada sea igual como lo fue antes de esta pandemia. Si vamos a regresar a la vida exactamente iguales, será mejor que la historia humana se detenga, pues si esto no tiene rostro de ser un aprendizaje del cual vamos a edificar un cambio social, económico, cultural y espiritual verdadero, entonces, ¿qué es? Toda la familia del Instituto Comercial está pasando por un trance que no nos pertenece, que no es único. Es todo el mundo el que se ha tenido que arrodillar frente a una forma de vida invisible para nosotros y que busca su espacio con el mismo derecho que nosotros ocupamos un día la tierra. y con todas las dificultades que eso implica. Buscaremos la forma, pero jamás vamos a llorar si tenemos empatía con pueblos más carentes que nosotros. Siempre habrán injusticias, errores, tropiezos, y ¿no son éstos parte esencial de la vida? ¿Queremos vivir en un mundo donde no haya nada que resolver? Sabemos lo complejo que es tener internet y recursos para todos, como para los estudiantes de la India, de África y de todos los barrios olvidados de la tierra. Nuestro dolor es el dolor de todo el mundo. Para ser empáticos, hay que serlo en serio, no en el discurso. Estimada familia, especialmente apoderados y estudiantes, los inconvenientes que hemos tenido con estos talleres y plataformas han sido para alumnos y profesores. Unos aprendiendo sobre la marcha a manejar una plataforma y otros tratando de aprender a través de archivos, videos y guías. ¿Ha existido alguna dificultad con alguna asignatura? Nos imaginamos que si tenemos problemas siempre en clases presenciales para aprender, sería absurdo el que ahora no ocurra. Si hay estudiantes que se han esforzado y a pesar de ello se sienten perjudicados, siempre encontraremos la solución. Habrá cosas que estarán muy bien y otras que tendremos que cambiar, profesores y alumnos. Jamás hemos abandonado a un estudiante que tiene deseos de aprender y menos en medio de esta pandemia que nos ataca como especie. Hemos visto lo mejor de nuestros jóvenes, ver cómo se apoyan, cómo sirven de nexo con los profesores, etc. También estamos viendo confusión y angustia. Pero, ¿quién no la tiene en este momento en todo el mundo? ¿Somos así de egoístas que creemos que el problema es sólo en el país? Por nuestra parte, vamos a valorar cada gesto de querer aprender y el recibir lo que sus profesores les extienden, vamos a considerar mejores actividades y menos complejidad para darles, pero por sobre todo vamos a respetar cada ánimo de seguir adelante, como ahora lo hacen colegas de nuestro establecimiento que incluso están trabajando desde sus casas con la pandemia en sus cuerpos o en seres queridos que conviven con ellos. Aquí estamos, chicos. ¿Y ustedes? Directivos, profesores y alumnos de todo el mundo están tratando de llevar una lucha desde el encierro, cada uno con su esfuerzo, unos tratando de enseñar, otros intentando aprender, para no cortar los lazos